El lugar es acogedor y me gustó el detalle navideño. Lo malo que el servicio no fue excelente, debe mejorar. Pero bueno, continuando, he perdido la cuenta de los años que tiene encima mi amigo; sin embargo, aún mantiene esa personalidad jovial y alegre que lo caracteriza. Fue maravilloso haber compartido unas horas para festejar su cumple, conversando y riendo. La comida estuvo deliciosa y abundante que quedé repleto; otros prefirieron llevar porque no pudieron comer todo lo que sirvieron. Me olvidaba mencionar que antes de ingresar al restaurante se le entregó los regalos. Estando todos en la mesa, solicité a Isabel que ofrezca los cocteles porque perdió la apuesta (fue la última en llegar al restaurante) pero no lo hizo, será para una próxima. Para finalizar la reunión, le cantamos el "feliz cumpleaños". Realmente, la pasamos increíble.
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