Necesitaba estar tranquilo por unas horas. Liberar mi mente, separarla del estrés de la vida cotidiana que he adquirido. Que mejor que estar en la playa donde pude descansar. Definitivamente me encantó.
Al lugar que fui tiene una playa pequeña, pero bonita y limpia. Fantástica para caminar a lo largo de la orilla del mar, estar acostado sobre la arena y ver como las olas se extinguen al llegar a la orilla.
Lo que no pude aprovechar fue estar en el bote para tener un mini crucero y conocer las demás playas cerca de Ayangue. En un próximo viaje me animaré y lo haré. Claro que esta no será mi última visita y así mismo no serán mis últimas fotos que podré hacer de este hermoso lugar. Recomiendo visitar.
Lugar: AYANGUE, ECUADOR.
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